Como apuntaba el autor Paulo Freire, la alfabetización es mucho más que leer y escribir. Ya que también es la habilidad de leer el mundo, la llave de la puerta del conocimiento.

Con esto comenzamos este artículo, ¿la excusa? el 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional de esta habilidad que nos permite comunicarnos, entender, crecer y generar riqueza cultural y lingüística, entre los distintos individuos o sociedades involucradas.

Desde pequeños en la escuela enseñan a niños y niñas a leer y escribir, sin embargo, los recursos para ello no están siempre al alcance de todos los/as menores por igual; en ocasiones, la familia, el entorno o las dificultades personales, dificultan el aprendizaje.

Bien cierto es que ya bien entrado el siglo XXI se va reduciendo la brecha, sin embargo, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en la Región de Murcia, existen 901.877 personas que se encuentran en situación de analfabetismo, siendo ligeramente superior el dato entre las mujeres. Es fundamental trabajar por la plena inclusión y aprendizaje de las personas que aún no han adquirido las habilidades básicas para una comunicación eficaz, por las grandes limitaciones que suponen en su día a día y que dificultan el acceso a los recursos y servicios básicos.

En este sentido, actualmente es de igual importancia la alfabetización digital, o lo que es lo mismo, conocer el uso de smartphone, ordenadores y otros dispositivos electrónicos que cada vez más se utilizan para la gestión de documentación, ayudas, prestaciones o incluso operaciones bancarias.

Recientemente se puso en marcha un movimiento entre el colectivo de personas mayores que defendía la atención presencial, por ejemplo, en entidades bancarias, puesto que en los últimos tiempos esto había cambiado, ganando terreno el uso de cajeros automáticos para cualquier operación. Relacionado con esto la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), indica que uno de cada cuatro españoles «no tiene las competencias digitales básicas que marca la Unión Europea».

Desde el Proyecto Habitando apoyamos todos los procesos y recursos que sirven para este fin, ya que el analfabetismo dificulta enormemente revertir las situaciones de exclusión social. Es una realidad con la que nos encontramos diariamente, pues un gran número de personas que acompañamos son analfabetas, y la mayoría tiene grandes dificultades para acceder a los recursos digitales.

Promover que la alfabetización analógica y digital llegue a todas las personas es urgente y es un deber de todos/as como sociedad.

Publicaciones relacionadas

  • Entrada anterior
    La música de “Conexiones Vitales” se integra las fiestas patronales de Espinardo
  • Entrada siguiente
    Cómo afecta a la salud mental la exclusión residencial