En una entrada anterior os hablábamos del Programa Habitando, Acompañamiento, apoyo y asesoramiento individual y comunitario a familias en situación de exclusión residencial extrema.
Hoy queremos detenernos en uno de sus ejes de intervención, Habitando en Comunidad, cuya finalidad, es el fomento de la participación social, a través de la dinamización comunitaria.
La participación social es un medio fundamental para el empoderamiento, nos pone en el centro de la acción social y nos hace protagonistas del proceso de cambio.
Ya comentábamos, la importancia en este proceso de acompañamiento, de abordar la necesidad de pertenencia, desde la activación de las emociones positivas y motivadoras que se generan.
De esta forma, una de las líneas que nos planteábamos en el diseño de nuestra estrategia de intervención, se basa en fomentar espacios de pertenencia a partir de intereses comunes de nuestros participantes.
Asimismo, surge la idea del huerto de ocio, como espacio de encuentro, de intercambio de saberes y experiencias y de satisfacción, por el resultado tangible del esfuerzo.
Trabajar en un huerto estimula multitud de aspectos cognitivos. Se ha comprobado que mejora la memoria, también incrementa la capacidad de concentración y permite un mayor desarrollo de la creatividad y la inteligencia.
En cuanto a los aspectos psíquicos y emocionales, mejora el estado de ánimo, disminuye la ansiedad y el estrés, apacigua los comportamientos conflictivos, ayuda a controlar la frustración o la ira, aumenta la autoestima y la satisfacción gracias al sentimiento de logro y desarrolla cualidades como la paciencia y la responsabilidad.
Por otro lado, nos parecía indispensable hacer uso de los recursos que ofrece nuestro entorno más cercano, así que nos pusimos en contacto con la Asociación Agroecológica El Verdecillo, una comunidad de personas enamoradas de la huerta, que trabajan para recuperarla y hacer de ella un entorno sostenible, que ofrecen la posibilidad, al asociarse, de poder hacer uso de un huerto de ocio para cultivo agrícola en ecológico, además de poder participar en las actividades comunitarias que ellos realizan.
Jesús e Isa nos acogieron con los brazos abiertos, poniendo todos sus saberes, que son muchos, a nuestra disposición.
El día 20 de abril, iniciamos nuestro trabajo en el huerto, donde plantamos tomates, cebollas, pimientos, calabacines, fresas, berenjenas, perejil y rábanos…
La experiencia está siendo muy satisfactoria, el grupo está muy motivado, y nosotros también.
Os seguiremos informando de cómo va la cosecha..
Hasta pronto!